Hasta pronto Rubén
La verdad es que la despedida de alguien muy cercano siempre es muy dura, es realmente sorprendente hasta donde son capaces de entrar en tu corazón personas con las que simplemente coincidiste un dia, personas que sin esperarlo fueron entrando en tu vida para quedarse, aún después de habernos dejado. Ese es mi caso, en esta ocasión con un amigo, en una relación en la que la palabra amigo se quedaba muy corta, una persona que era capaz de evocar todas las emociones en mi, que era capaz de hacerme enfadar o reír en el mismo rato y con quien el tiempo se iba volando cuando teníamos oportunidad de pasar un rato por que aunque no nos veíamos todos los días, ni todos los meses, manteníamos conversaciones continuas. Hablábamos absolutamente sobre cualquier cosa, y llorabamos juntos si se daba el caso, podíamos hablar sin juzgarnos, aún siendo muy críticos el uno con el otro en algunas ocasiones. Este amigo mío se llamaba Rubén, hoy hace casi un mes de su partida y sigo ...