Hasta pronto Rubén

La verdad es que la despedida de alguien muy cercano siempre es muy dura, es realmente sorprendente hasta donde son capaces de entrar en tu corazón personas con las que simplemente coincidiste un dia, personas que sin esperarlo fueron entrando en tu vida para quedarse, aún después de habernos dejado.

Ese es mi caso, en esta ocasión con un amigo, en una relación en la que la palabra amigo se quedaba muy corta, una persona que era capaz de evocar todas las emociones en mi, que era capaz de hacerme enfadar o reír en el mismo rato y con quien el tiempo se iba volando cuando teníamos oportunidad de pasar un rato por que aunque no nos veíamos todos los días, ni todos los meses, manteníamos conversaciones continuas. Hablábamos absolutamente sobre cualquier cosa, y llorabamos juntos si se daba el caso, podíamos hablar sin juzgarnos,  aún siendo muy críticos el uno con el otro en algunas ocasiones.


Este amigo mío se llamaba Rubén, hoy hace casi un mes de su partida y sigo pensando que es mentira, que en cualquier momento voy a recibir un mensaje suyo con su "¿como estas pa'?", y sigo derramando lágrimas cuando pienso en ocasiones o situaciones vividas con él. Fue tal, que hasta en su propio duelo me enseño cosas como que era posible sentir la necesidad de verlo en su féretro, con su sonrisa picarona intacta, o sentir que lo abandonaba cuando debía ausentarme de allí por un rato, del verdadero enfado que senti al conocer la noticia, pues dos horas antes me habia dicho que "nos veriamos pronto", a ver la Felicidad que me llenó al ver la cantidad de gente que lo quería, de todos los circulos, de como era capaz de meterse poco a poco a todos a su alrededor en el bolsillo.

Rubén era de esas personas con un carma especial, una energía que atraía y que te iba atrapando. Era muy amable y simpático, aunque a veces pecaba por intentarle caer bien a todo el mundo diciendo cosas que realmente no sentía, era muy amigo de sus amigos y siempre intentaba que las personas que estaban a su alrededor estuvieran bien olvidándose en muchas veces de si mismo, aunque luego tenía momentos en los que entraba en su propia burbuja y era difícil sacarlo, en ocasiones eso también es necesario, pero él incluso parecía separarse del mundo.

Como yo le decía: "como buen Géminis, cada vez que meas piensas", no puedo evitar una sonrisa cada vez que recuerdo su expresión al oír esas palabras, podías hablar de algún tema en el que parecia que tenía voluntad de hacer o intenciones de empezar pero a la semana siguiente se le habia cambiado la opinión, y defendía sus opiniones a muerte, yo creo que incluso dándose cuenta que no tenía razón algunas veces.

 A él se le llenaba la boca hablando de los suyos, contando historias pasadas o circunstancias difíciles, y daba unos abrazos que nadie olvida, por lo "apretaos" que eran, tenía debilidad con los niños y evidentemente ellos lo notaban, y les era muy sencillo pasárselo bien con el.

Bueno, aquí siento que debo despedirme, debo dejarte marchar en paz y continuar con un camino al que todos llegaremos algún día, debo pedirte que allí donde estés me esperes para cuando volvamos a vernos darte el abrazo que me falto por darte, aunque seguramente tendré que hacer cola, pues hay mucha gente que quiere lo mismo 😅. Quiero que sepas que ya no estoy enfadado por dejarme con la palabra en la boca, que fuiste alguien muy GRANDE para mí, y que también me diste un montón de dolores de cabeza, no te lo voy a negar 🤦🏻‍♂️, pero también me diste muchas alegrías, te recuerdo cada día.

Alguien dijo que seguimos vivos mientras nos recuerden, pues, a Rubén le quedan muchísimos años de vida en nuestros corazones, además se que todos le recordaremos con una sonrisa.

Hasta pronto Rubén...

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